jueves, 19 de abril de 2012

Reseña: El pintor de Flandes, de Rosa Ribas


SINOPSIS
Amberes, invierno de 1622. El joven pintor Paul van Dyck, hermano adoptivo del famoso Anton van Dyck, acepta el encargo de pintar un cuadro de enormes dimensiones para Don Juan de Tassis, Conde de Villamediana y Correo Mayor de Felipe IV.
Abandona el taller de Rubens, de quien se cree en secreto hijo ilegítimo, y se dirige a Madrid con la esperanza de lograr la fama y la posición que cree merecer.
Una vez allí, escondido en la casa del Conde de Villamediana, pinta un gigantesco retablo que representa la degollación de San Juan Bautista, siguiendo las instrucciones que el Conde le va dando con cuentagotas. Al mismo tiempo, deberá aprender a moverse por el peligroso Madrid de los Austrias de la mano de Fernando Crespo, secretario de Don Juan.
Lo que en principio parecía un encargo sin problemas va desvelándose, sin embargo,  como una de las intrigas más complicadas de las que se han dado en la corte. Villamediana tiene como objetivo algo muy alejado de una alegoría elogiosa de la monarquía y entre sus oscuras intenciones se encuentra el exponer algunos de los secretos mejor guardados de las monarquías europeas.
Rosa Ribas consigue en esta novela hacer un cuidado retrato de época y dibuajar unos personajes para siempre anclados en la Historia.

COMENTARIO

Esta es una de las pocas novelas con la etiqueta de histórica que he leído y no puedo negarlo: la verdad es que me ha sorprendido. Es bastante más guay de lo que parece con solo leer la sinopsis de ahí arriba. Lees la sinopsis y piensas: vale, intrigas, personajes con oscuras intenciones, un cuadro... Pero no te imaginas del todo de qué va el libro, y lo piensas aburrido. Pero no hay nada más lejos de la realidad.
Este libro es un libro de fácil lectura, rápido (poco más de 250 páginas), interesante y ameno. Además, a medida que lo vas leyendo vas averiguando cosas que te hacen querer seguir leyendo, seguir desvelando qué es lo que pasa. Sí, es un libro que tiene algo de misterio, pero no os voy a engañar: no es de misterio.
Lo que merece la pena resaltar es la ambientación. Muy pero que muy lograda. Te sientes en plena corte de Felipe IV. Y los personajes son curiosos, cada uno con su personalidad. Por ejemplo, el Conde de Villamediana es un poco bastante avaricioso, un flipado que escribe poemas poniendo verdes a todos los de su alrededor, especialmente al conde-duque de Olivares. ¿Os suena? Es que en este libro muchos (y no sé si casi todos, porque no tengo ni idea de historia) son personas que existieron realmente. Reyes, infantas, condes, duques, etc.
Pero la historia es la historia de un pintor. Un pintor extranjero, que simplemente tiene un trabajo que hacer. Se trata de un cuadro enorme que es la clave de toda la historia. Y la historia mola, pero no quiero spoilear. Pues eso, Paul van Dyck (que para mí ha sido Pol Fandaic), el pobre, se ve inmerso en algo que jamás habría imaginado. Su vida está en peligro (y creo que con eso ya digo demasiado).
Por cierto: EL FINAL ES BUENÍSIMO.
Un libro chulísimo, muy bueno (es el primero de la autora -Rosa Ribas-) y muy recomendable.

¿Lo habéis leído? ¿Lo conocíais? Si lo encuentras en una biblioteca o librería, ¿lo comprarías y le darías una oportunidad? Yo creo que se la merece.
¡Un saludo!

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